7 frases estoicas para afrontar los momentos más oscuros

A veces parece que vivimos tiempos excepcionalmente difíciles e inciertos. A veces la adversidad toca a nuestra puerta y es difícil no tocar fondo emocionalmente. A veces, todo parece tan oscuro y confuso que no encontramos la salida. En esas situaciones, cuando sobran los motivos para el desánimo y la vida nos abruma, la filosofía estoica puede sernos de gran ayuda. 

Hoy como ayer, la historia se repite

Los filósofos estoicos delinearon una manera de ver la vida y afrontar el mundo. Nos dejaron consejos muy válidos sobre cómo ajustar nuestra percepción en medio de la tormenta para evitar que nos arrastre y llevar una vida más plena. Fundado por Zenón de Citio en el siglo III a. C., el estoicismo surgió precisamente en un periodo histórico marcado por cambios profundos que generaron una gran inquietud, tanto a nivel social como personal.

Tras la muerte de Alejandro Magno, las polis griegas quedaron subsumidas en entidades políticas más grandes dirigidas por burócratas profesionales. Donde antes había hombres libres y ciudades-estado democráticas, ahora se erigían grandes imperios de corte impersonal donde las personas eran meras piezas que debían obedecer órdenes.

No fueron tiempos fáciles, pero dentro de esa era de desesperación existencial, el estoicismo floreció para convertirse en una filosofía que promovía la autosuficiencia, la calma y casi una indiferencia hacia el dolor o la pobreza. Esa actitud ante la vida, según la filosofía estoica, conduce a la eudaimonía; o sea, un estado de felicidad ecuánime.

Un poco por las coincidencias en los periodos histórico y otro poco por sus valiosos mensajes, hoy la filosofía estoica resuena como nunca y su sabiduría sigue siendo de plena actualidad para encontrar la fuerza cuando todo parece ir mal.

Estoicismo, frases cortas para afrontar la adversidad con perspectiva y ecuanimidad

1. “Las cosas externas e inamovibles no tocan el alma, nuestra angustia proviene del pensamiento que las acompaña” – Marco Aurelio

El estoicismo nos ayuda a desarrollar la relación correcta con los eventos. Nos enseña a diferenciar aquello que podemos controlar de las situaciones que escapan de nuestro control. Los contemporáneos de Zenón no pudieron controlar los cambios sociales pero, como explicara Marco Aurelio, muchos sucesos son externos e inamovibles y, como tal, no debemos dejar que toquen nuestra alma causando un sufrimiento inútil.

Cuando nos preocupamos innecesariamente por eventos que escapan de nuestro control gastamos una energía preciosa que podríamos destinar a aquellas cosas que realmente podemos controlar y que pueden aportar más satisfacción a nuestras vidas. Por tanto, debemos darnos cuenta de que gran parte de la angustia no proviene de los eventos externos sino de nuestra interpretación de ellos. Como dijera Epicteto: “no hay más que una forma de tranquilidad mental y felicidad, y consiste en no tomarse a pecho las cosas externas”.

2. “Sufrimos más a menudo en la imaginación que en la realidad” – Séneca

Muchas veces caemos en la trampa de los eventos externos e inamovibles a los que hacía referencia Marco Aurelio. Nuestro pensamiento catastrófico se pone en marcha y exageramos los resultados imaginando lo peor.

En Cartas de un estoico, Séneca advierte a su interlocutor, Lucilio, que ese catastrofismo no sirve para nada. Solo nos genera sufrimiento antes de la crisis, suponiendo que ésta realmente se produzca. En cambio, nos anima a mantener bajo control esa ansiedad anticipatoria, una idea que también compartía Marco Aurelio, quien en Las Meditaciones escribió: “aquellos que no observan los movimientos de sus propias mentes deben, necesariamente, ser infelices”.

Ni Séneca ni Marco Aurelio nos prometen que nunca sentiremos dolor, arrepentimiento, estrés, ira u otras emociones negativas. Los eventos externos, así como nuestras luchas internas, generan esos sentimientos de manera natural, pero nos advierten de que el arte de vivir consiste precisamente en ser capaces de gestionar esos pensamientos y emociones para impedir que adquieran vida propia y lleguen a abrumarnos, angustiarnos y estresarnos innecesariamente. 

3. “Así como la madera es la materia del carpintero y el bronce la del escultor, la vida de cada uno es la materia del arte de vivir” – Epicteto

Los filósofos estoicos no pretendían que vivamos al margen de lo que ocurre o que nos convirtamos en hojas arrastradas por los vientos de las circunstancias. Todo lo contrario. El estoicismo nos anima a comprender y usar nuestro poder para cambiar aquello que puede ser cambiado.

De la misma forma en que un carpintero da forma a la madera, Epicteto nos advierte de que somos los responsables del “arte de vivir”. Eso significa que somos los artífices de nuestra vida y que debemos prestar atención a nuestros pensamientos, emociones y decisiones.

Esta frase de los estoicos nos insta a enfocarnos en nuestro desarrollo personal y actuar según nuestros principios. Independientemente de las circunstancias, siempre tenemos el poder de decidir nuestra reacción. Ese poder es lo que va dando forma a nuestra vida, así como el escultor va moldeando la estatua. Por tanto, necesitamos enfocarnos más en perfeccionar esas habilidades que nos permitan construir la vida que deseamos, en vez de lamentarnos por las circunstancias.

4. ¿Cómo nos ayuda lamentarnos por lo problemas” – Séneca

El estoicismo predicaba un estilo de vida equilibrado y minimalista. Estos filósofos estaban convencidos de que las quejas y los lamentos eran energía malgastada inútilmente. Por esa razón, Séneca nos anima a preguntarnos: ¿de qué sirve quejarse? ¿Las quejas pueden ayudarnos de algún modo a resolver el problema?

Sin duda, a veces la vida nos pone contra las cuerdas. Pero a menudo aumentamos nuestro sufrimiento aferrándonos a los problemas y amplificándolos mediante las quejas. Cada lamento nos pone en la posición de víctimas y mueve un poco más nuestro locus de control hacia el exterior, arrebatándonos nuestra fuerza.

Revolcarse en los lodos de la autocompasión o culpar al mundo por nuestra desgracia no reporta grandes ganancias. Esa actitud nos ata al pasado y nos arrastra hacia las aguas de nuestra propia miseria. Por esa razón, los filósofos estoicos nos animan a mirar cara a cara a la adversidad, descubrir qué podemos aprender de ella, asumir la responsabilidad por nuestro crecimiento y seguir adelante.

5. ¿Qué crees que hubiera sido Hércules si no hubiera existido un león, una hidra, un ciervo, un jabalí y ciertos hombres injustos y bestiales, a quienes Hércules solía ahuyentar y limpiar? – Epicteto

Esta enseñanza de Epicteto nos indica que, si bien los tiempos difíciles a menudo son complicados de gestionar, también pueden ser un medio para el crecimiento y la superación personal. En Los Discursos hace referencia al hecho de que si Hércules no hubiera afrontado esos 12 trabajos, no se habría convertido en el personaje legendario. 

Algo similar le ocurrió a los griegos durante el período helenístico. Si bien fue una época de gran movimiento social y político, también representó un renacimiento cultural que dio lugar a nuevas formas de pensamiento y expresión. Surgieron nuevas formas de arte, música y literatura. La ciencia y la invención alcanzaron nuevas cotas con pensadores como Euclides y Arquímedes. 

Epicteto no nos dice que debemos buscar leones e hidras simplemente para introducir sufrimiento en nuestra vida, pero tampoco debemos luchar contra el sufrimiento inevitable solo porque sea difícil, doloroso o exista la posibilidad de fracasar puesto que muchos de los grandes logros en la vida y las habilidades más valiosas se desarrollan precisamente durante esa lucha. Por tanto, necesitamos aprender a ver la adversidad con otros ojos, buscando en ella lo que podemos aprovechar.

6. Te conviertes en aquello a lo que prestas atención – Epicteto

Dentro de todas las frases estoicas, esta es probablemente una de las lecciones de vida más valiosas. Cuando estamos en medio de la adversidad, es fácil que los problemas nublen nuestra visión y no seamos capaces de ver más allá de ellos. Los obstáculos levantan una cortina de humo que nos mantiene dando vueltas en el mismo lugar.

En cambio, Epicteto nos anima a mirar más allá, un consejo que comparte con Marco Aurelio, quien también nos alertaba: “es esencial que recuerdes que la atención que le des a cualquier acción debe ser proporcional a su valor”.

Estos filósofos estoicos nos advierten que nuestra atención es un recursos muy valioso, de manera que aquello en lo que la pongamos, crecerá. Si nos enfocamos demasiado en la adversidad, esta resultará más dolorosa, sin aportarnos nada más que sufrimiento. En cambio, si prestamos más atención a lo que podemos hacer para solucionar el problema, adoptaremos una actitud proactiva que nos permitirá sentirnos mejor.

7. “La vida de un hombre es lo que sus pensamientos hacen de ella” – Marco Aurelio

Tu felicidad depende de la calidad de tus pensamientos; por tanto, actúa como corresponde y ten cuidado de no entretenerte en nociones inadecuadas para la virtud y la naturaleza razonable”, es uno de los pensamientos de Marco Aurelio

Recuerda que todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no es la verdad […] Si estás afligido por algo externo, ese dolor no se debe al acontecimiento en sí, sino al significado que le das, y tienes el poder de eliminarlo en cualquier momento […] Tú tienes poder sobre tu mente, no sobre los acontecimientos. Date cuenta de esto y encontrarás la fuerza”, añadió. 

La filosofía estoica abogaba por el autoconocimiento como vía para alcanzar la felicidad. Estos filósofos nos recuerdan que gran parte de nuestra infelicidad y frustración es autoprovocada pues no solemos reaccionar a los acontecimientos, sino a la idea que nos formamos de ellos. Por tanto, debemos aprender a separar los hechos de nuestras expectativas para construir la vida que deseamos.

Fuente:

Dickinson, K. (2023) 5 Stoic quotes to help you through difficult times. En: Big Think.

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